lunes, 24 de octubre de 2011

Hasta siempre Simoncelli


Era un loco de la velocidad, un díscolo en ocasiones, iba siempre al límite, rozando la línea del fuera de control pero... no se merecía este final. Era un piloto amado y odiado a partes iguales. Marco Simoncelli no dejaba indiferente a nadie en el paddock de la caravana del motociclismo. Dentro de la pista se movía
guiado por sus instintos, fuera de ella su seña de identidad era la alegría que desprendía. Debe ser cosa del gen italiano porque en esa faceta recordaba a su íntimo amigo Valentino Rossi, el mismo que le pasó por encima con su Ducati y, mientras luchaba por mantener el equilibrio, se giró y vio a Marco tendido en el suelo. Se llevó las manos a la cabeza y tres curvas después se bajó de la Desmosedici. Ansiaba saber cómo estaba su digno sucesor y no quería escuchar la peor de las noticias. Valentino, desconsolado, lloró en su box la pérdida de algo más que un amigo.
En un mundo donde apenas existen los amigos, y más en la máximo categoría del motociclismo, Simoncelli encontró a su par ideal. Italiano como él, con un carisma semejante y nueve veces campeón del mundo. Valentino Rossi no fue sólo su padrino y consejero, era su amigo. Compartían preparador físico, iban juntos al gimnasio, quedaban para entrenar con sus motos de cross… Vivían a menos de diez kilómetros. Marco idolatraba a Valentino y éste trataba de transmitirle la sabiduría que atesora gracias a su dilatada trayectoria. El sueño de esta ‘pareja’ italiana era compartir equipo en MotoGP. Y es que muchos señalaban a Simoncelli como el perfecto heredero del nueve veces campeón del mundo a pesar de que sus detractores apuntaba a una falta de carisma y talento.
Ni a Rossi ni a nadie se le olvidará jamás el 23 de octubre de 2011. ‘Sic’ había estado entre los más rápidos en los entrenamientos libres y el domingo salía desde la quinta posición. En esas dos efímeras vueltas, Marco y Álvaro Bautista deleitaron con motociclismo del bueno. En apenas cinco segundos protagonizaron tres adelantamientos espectaculares en los que Simoncelli se colocó cuarto. Fue entonces cuando dibujó el segundo giro en Sepang, sus neumáticos perdieron adherencia y el maldito destino cortó el hilo del que pendía su vida. Se fue haciendo lo que más le gustaba: pilotar una moto.

Así se quedo Marco Simoncelli este 23 de Octubre de 2011:













Pero nosotros siempre lo recordaremos así:



Aquí os dejo un video de lo sucedo, en el cual se ve como Edwards le pasa por encima a Marco quitandole el casco y dejandolo inconsciente.....los médicos trataron de ranimarlo durante 45seg. pero Él ya había fallecido

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